Me estoy luciendo con mis sueños. En esta ocasión había una serie de personas con defectos físicos extraños, pero en esta ocasión no encontré cojos ni ciegos, sino individuos con cuerpos de animales: cuanto más progresaba el sueño, más animal veía a cada persona, y creo que lo último que logré encontrar fue a una persona que era literalmente una especie de bagre rojo... Quizá influida por Robinson Crusoe, me dije que tenía darle gracias a Dios por permitir de mí que fuera una persona sana. Sin embargo, debo decir que despierta no estoy demasiado segura de ser algo de lo cual uno deba alegrarse.
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