Sobre el valor de lo andado, y de los rostros

Hoy estuve revisando mi baúl de los recuerdos (correos amarillentos de hace muchos años atrás), reviviendo con ello algunas cosas. Creo que en el fondo he tenido más o menos la misma forma de aproximarme a los amigos, no sé, quizá entre escrutadora y solidaria. En ocasiones la relación sigue manteniéndose, en otras se va apagando de a poco, en algunas aún sobrevive sin la fuerza de antes, pero sí con las gracias a flor de labios por haber existido, por haber sido lo que fueron. Cabe preguntarse a veces qué pasó.

Están aquéllos que hoy no vemos y quien sabe si volvamos a ver. Quizá sea la pesadez de la distancia. Unos se van a otras ciudades, otros a países diferentes, y el contacto se va perdiendo. En otras ocasiones son los propios problemas personales, el trabajo, los deberes, los celos de la pareja y a veces nuestro propio orgullo. Quizá hayamos cambiado un poco: nuestros intereses se hacen menos comunes y cada uno tiene otras cosas en qué pensar.

Por otro lado, están aquéllos que sin desaparecer del mapa, no se hayan muy activos. Con estas personas algo cambió (nuestra propia forma de vivir, por ejemplo), y sin embargo, el cariño mutuo hace que haya un respeto, una especie de valorización del otro no por lo que ahora es, si no por aquello que significó.

Por último están quienes conmigo han sabido seguir adelante, quienes hoy me aprecian tanto como ayer (en algunos casos, amistades de más de diez años). Es entonces cuando me nace la pregunta: ¿qué tanto habrá de durar? ¿Será posible continuar una buena relación -de cualquier tipo- hasta el resto de mis días? ¿O terminaremos -en nuestros eternos cambios- por resultarnos desconocidos?

Bueno, lo dejo así por hoy. Es que me dio sueñito :o)

Saludos


Licencia de Creative Commons
This obra by http://airevirtual.blogspot.com/ is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported License.

7 voces:

Anónimo dijo...

yo lo que digo es que el quiere puede. La llama del amor o de la amistad no tiene porqué apagarse si uno sabe cuidarla, nutrirla, mantenerla....,,,

LGS dijo...

Tambien pienso que hay cosas que no se apagan, sentimientos que no se terminan... a veces se interrumpen, x distancia, x tiempo, etc. Pero al reencontrarse, retoma como siempre, como si no hubiera pasado más que un segundo. A veces se que no se puede mantener contacto, pero en el fondo siempre hay un lugar para aquellos elegidos.

Aire dijo...

Sí, pero es curioso cómo muchas veces creemos que alguien es significativo y de repente, puf, desaparece de nuestras vidas. Y a veces todo lo contrario. Es un poco raro.

Besos a los dos :)

Anónimo dijo...

Es como todo, Aire: nunca se aprecia bien la verdadera importancia de algo hasta que lo pierdes, pasa mucho tiempo o es demasiado tarde...

Hay veces que las llamas consumen lo que había fertil dejando un yermo: es inutil insistir entonces; el tiempo de cosecha ha pasado.

Sólo el cambio es permanente.

Croak!!

Aire dijo...

Si Ranita, es a veces un poco por eso que mencionas :|, pero más curioso me parece cuando hay un cambio de una parte o de la otra, y este ser distinto se da de forma sutil: un interés común que se va perdiendo, una búsqueda de nuevas metas, una forma de ser que deja de ser armónica, etc... entonces es como si un día, de repente -sin darnos cuenta- pasáramos a ser algo así como desconocidos, aunque el respeto por el otro se mantenga intacto.

No estoy triste ni nada de eso, pero igual es una idea que me inquieta a veces.

Hasta muy pronto :)

Anónimo dijo...

Resulta curioso observar como esa diferencia aparentemente sutil delimita mundos distintos.

Croak!!

Aire dijo...

Bueno, en tónica más positiva, algo debe haber que junte tantas diferencias :o) Si no, no existiría ninguna relación profunda en el mundo.

Beshos dormidos

Comuníquese: ¡Hágase sentir!

Related Posts with Thumbnails